La madera, además de ser un material que destaca por sus múltiples usos y belleza, es un excelente aislante térmico y acústico. En este post te contamos por qué y cómo influye en la calidad de vida de los espacios construidos con madera.
La madera está compuesta por células que forman una estructura porosa que actúa como barrera ante el paso del calor y el sonido. Concretamente, se trata de células de celulosa y lignina, que permiten que la madera tenga propiedades aislantes únicas. Además, los pequeños espacios de aire entre sus células contribuyen a fortalecer esta característica.
En este sentido, la madera es capaz de absorber y disipar el calor de manera eficiente. Es por que es un excelente material para construir edificaciones sostenibles y eficientes energéticamente.
Beneficios de la estructura celular de la madera
- Aislamiento térmico: como hemos comentado, la estructura porosa permite reglar la temperatura en los espacios construidos con este material y reduce la necesidad de instalar sistemas de calefacción y refrigeración.
- Aislamiento acústico: al igual que sucede con el calor, la madera absorbe el sonido y la convierte en el material perfecto para reducir el ruido ambiental.
- Durabilidad: este material es menos propenso a deformaciones o daños causados por cambios climáticos.
Impacto ambiental de la madera como aislante
Además de sus propiedades aislantes, y como hemos comentado en el post anterior, la madera destaca por su bajo impacto ambiental. Se trata de un recurso renovable y biodegradable, lo que la hace destacar como uno de los mejores materiales para construir edificaciones respetuosas con el medio ambiente. Esta contribuye a reducir las emisiones de CO2 y a la conservación de los recursos naturales.
Características destacadas de la madera como aislante
- Sostenibilidad: la procedencia de la madera utilizada como aislante debe ser certificada y provenir de bosques gestionados de forma sostenible.
- Eficiencia energética: la madera como aislante contribuye a la eficiencia energética de los edificios y reduce la demanda de energía para su climatización.
- Reciclabilidad: al final de su ciclo de vida, este material puede utilizarse como aislante o ser reciclada o compostada sin generar residuos contaminantes.
Clases de madera utilizadas como aislantes
Existen diferentes tipos de madera que se utilizan como aislantes. Desde maderas blandas como el pino hasta duras como roble, cada tipo de madera ofrece diferentes propiedades que se adaptan a las necesidades de cada proyecto. La elección del tipo de madera dependerá del clima y la ubicación, entre otros.
Propiedades aislantes de las diferentes clases de madera
- Pino: es una opción económica que ofrece buenas características aislantes térmicas y acústicas.
- Roble: es una madera dura y resistente que proporciona las mismas características, pero a un coste más elevado.
- Cedro: es una madera aromática que y repelente de insectos que ofrece propiedades aislantes, sobre todo en climas húmedos.
Usos más comunes de la madera como aislante
- Aislamiento de fachadas: se utiliza como aislante en la construcción de fachadas ventiladas.
- Aislamiento de suelos: la madera se utiliza como aislante en los suelos para reducir la pérdida de calor.
- Aislamiento de cubiertas: se emplea como aislante en techos y cubiertas para proteger los espacios de la variación de humedad y temperatura.