¿Por qué cambia el color de la madera?

La madera se adapta y responde a su entorno. Mientras es un árbol vivo, su proceso es similar al de los humanos, pues también pasa por una etapa de envejecimiento en el que los colores cambian de apariencia con el tiempo. Para entender este proceso, es importante conocer todos los elementos que forman parte de el, como la humedad.

Cambios de color de madera con el tiempo

Todas las maderas duras posan por un proceso de envejecimiento natural y cambian de color con el tiempo, con la exposición a la luz ultravioleta y al oxígeno. Normalmente, las maderas más claras se vuelven un poco más oscuras y ricas y las maderas que son oscuras se aclaran.
Esto ocurre con la madera de cerezo, por ejemplo. Cuando se corta tiene un color más claro, pues es su etapa más temprana. Sin embargo, cuando pasan las semanas tiende a coger una tonalidad roja. No es un proceso rápido, ya que tarda de 6 a 12 meses en alcanzar ese color y depende de la exposición a la luz.
Al igual que el cerezo, hay otras maderas, como el arce, el pino, la haya o el abedul que se oscurecen con el tiempo, pero de una forma menos notable o drástica. Son maderas que al inicio suelen ser muy claras y brillantes, pero con el tiempo adquieren un color dorado/miel.

¿Cómo y por qué cambia el color de la madera?

Como hemos comentado anteriormente, depende de diversos factores, principalmente factores del entorno y climatológicos, como la exposición al aire (oxidación), la luz y el agua. Cuando la superficie de la madera se expone al aire y a la luz ultravioleta, el proceso se pone en marcha. Es algo que no se puede evitar. Como hemos dicho, en el caso del cerezo este proceso es más rápido y acelerado. Por ejemplo, si tienes una silla de madera en tu terraza y compruebas que se está aclarando al estar expuesta al sol, puedes recogerla y guardarla para evitar y frenar este proceso. Ten en cuenta que la luz añade un impulso adicional al proceso de envejecimiento de la madera.

Exposición a la luz

Este punto es muy habitual. Solo hace falta quitar algún elemento decorativo de una estancia expuesta al sol y comprobar el desgaste. Si no quieres que suceda esto, evita las sombras moviendo los objetos de vez en cuando o protege la estancia de la luz solar.

Exposición al agua

Al igual que la exposición a la luz solar, también puedes controlar la exposición al agua de tus objetos de madera. Una vez que la madera está seca, hay que evitar que se moje, ya que cuando el agua se evapora sobre la madera, hará que los químicos solubles suban a la superficie. Este proceso actúa como una decoloración. Además, el agua con trazas de hierro provoca una mayor decoloración. El ácido tánito de la madera reacciona con el hierro del agua dando lugar al tanato de hierro, una sustancia azulada-negra.

Cambios de color por duramen y albura

La madera tiene una zona exterior blanquecina que se llama albura. Está formada por células de madera que se encargan de transportar los líquidos desde las raíces hasta las hojas, por lo que estas células están bastante abiertas.
El duramen es la parte interna a la albura y constituye la mayor parte de madera de un árbol. El color del duramen varía dependiendo de la especia, por ejemplo, rojo en el cerezo y marrón chocolate en el nogal. Incluso dentro de una misma especie las tonalidades pueden variar, ya que el clima y el suelo son factores determinantes.


Fecha de publicación 23/09/2024
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